sábado, 31 de marzo de 2012

Como postre

Hace poco —quienes me conozcan sabrán la enorme alegría que esto me causó—, en el pequeño comedor al que religiosamente asisto desde hace tres semanas, y a falta del terrible flan que a diario allí ofrecen, la mesera decidió brindarme, al terminar la comida, un plato de jícama picada como postre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario